Más de 500 líderes empresariales se reunieron el pasado 20 de mayo en Ciudad de Guatemala durante el XII Congreso de Empresas Familiares, organizado por la Cámara de Comercio de Guatemala (CCG) y su Centro de Empresas Familiares (CEF). El evento brindó herramientas clave para la continuidad, profesionalización y sucesión exitosa de las empresas familiares del país.
El Congreso, titulado «Heredando el Éxito», contó con la participación de expertos como Oscar Danilo García, Wiston Uzctéguij y Cristina Cabrera, quienes abordaron temas estratégicos como los gobiernos familiares, los modelos de administración integral y la necesidad de innovar para mantener la prosperidad empresarial a lo largo de generaciones.
Durante el encuentro se destacó que el 80% de las empresas familiares influyen en la economía nacional, no solo por su capacidad de generar empleo, sino también por su peso en el desarrollo económico del país. Estas empresas representan cerca del 70% del empleo privado en Guatemala, lo que refuerza su papel fundamental en el tejido productivo.
Los expertos compartieron perspectivas para afrontar los principales retos de este tipo de empresas: la planificación de la sucesión, la implementación de gobiernos familiares y el uso de herramientas digitales para mejorar la eficiencia operativa. También se exploraron nuevas formas de financiamiento y la inversión en desarrollo de talento.
Cristina Cabrera enfatizó la importancia de un enfoque administrativo integral que combine asesoría estratégica con equipos multidisciplinarios, capaz de generar modelos sostenibles con impacto social. Por su parte, Uzctéguij ofreció herramientas para mantener el legado empresarial sin sacrificar la innovación y el crecimiento.
Además, los conferencistas hicieron un repaso de la evolución de las empresas familiares en Guatemala, desde sus inicios en la época colonial hasta su papel actual como motores de desarrollo. Subrayaron cómo estas organizaciones han sido pilares de estabilidad económica en distintos momentos históricos.
Con un balance positivo, el Congreso se consolidó como un espacio clave para el intercambio de experiencias y la construcción de un futuro próspero para las empresas familiares guatemaltecas. Los asistentes valoraron las herramientas prácticas presentadas y reafirmaron su compromiso con la continuidad y trascendencia generacional de sus organizaciones.
